martes, 20 de marzo de 2018

Necesito un alma dormida que no despierte en la madrugada.
Un alma que no  recuerde errores, sin memoria.

Ajada la mía anda, sueño tras  noche inquieta,
sin rastro de ti.
Necesito un alma que se meza adormecida en noches cálidas,
 noches de calma y cigarro consumido.

Un año y otro año sin mas compañía que mis anhelos.
Abandonado, olvidado, solitario y melancólico.

Un bucle imparable , despertar del sueño y soñar despierto, despertar del sueño y soñar despierto, despertar del sueño y soñar ya muerto.

Morí y sin embargo sigo vivo.

Vivir sobre el moribundo latido.
Agarrado a la hora que escapa,
al minuto impaciente,
a la arruga en el alma.

Un alma dormida es lo que necesito,
que no despierte en la madrugada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario