miércoles, 6 de marzo de 2013

Cantautoreando


  Siempre he pensado que la mejor manera de visitar los sitios es con un guía, un acompañante que te muestre esos rincones desconocidos que siempre, no se por qué, acaban siendo los más entrañables y los que mejor recordaras, a pesar de que nunca encontraras una postal de ellos en ninguna tienda de suvenires.
  Esta noche he vivido una de las mejores visitas guiadas de mi vida, una visita a través del alma de dos músicos a los que admiro profundamente y a los que he tenido la suerte de ver en directo acompañado de mi  pequeño proyecto de futuro, de esa cosita pequeña que espero se convierta en algo muy grande y a la que espero legar ese gusto casi hipnótico que su viejo padre tiene por una guitarra y una voz desnudando un alma. A riesgo de que los servicios sociales pongan carteles de se busca por toda la ciudad por llevar a mi hija (le encantas, corrijo nos encantas María) a ciertas horas poco apropiadas a bares, he tenido el placer de escuchar esta noche en vivo a María Rozalen y a David Moya.
   Lo más bonito de este tipo de conciertos íntimos, es esa conexión directa que se produce entre el cantautor y el espectador, en esa sensación de cercanía que puedes llegar a sentir. Yo, esta noche he sentido que María me invitaba a bajar del mundo y de buena gana lo he hecho .Aunque solo fuera por un rato y para olvidar todos esos menesteres tan mundanos que a veces nos dan tantos quebraderos de cabeza, aunque solo sea ,como ella dice, para coger impulso y hacer que salten chispas.
  Quizá la gente como vosotros no seáis conscientes de cómo os necesitamos, quizá en esa lucha por la supervivencia y en ese baile mágico de bar en bar podáis llegar a perder la noción de que lo nuestro es una relación de simbiosis en la que nosotros el publico y vosotros nos retroalimentamos. Esto no pretende ser sino un gracias por existir, gracias por expresar en voz alta lo que muchos sentimos.
  En un momento del concierto, David, explicando el origen de una canción ha hablado de un mala critica, que en un momento dado de su vida le hicieron, pues yo te digo querido David que espero poder con estas letras aplicar  un poco de ese bálsamo del que todos estamos necesitados y que se llama reconocimiento. En verdad te digo querido David que si no fuera por gente como tú, ese todavía indie como te has autodefinido, habría historias que quedarían sin hogar e injusticias sin ese altavoz tan precioso que es la gravedad de tu voz.
  En fin, mis queridos juglares de verso, guitarra y quinto, solo queda reiterarse y  decir gracias. Gracias por entregaros, por compartir lo más íntimo que todos tenemos y hacerlo con esa amabilidad.


PD: Maryyyyyy!!!! mi hija dice que le encantaba tu camiseta de la paz  y que se quiere poner un pendiente como tu en la nariz. He conseguido que deje lo del pendiente pa´mas adelante.


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