La huelga de Educación en protesta por la
inminente aprobación de la LOMCE(Ley Orgánica de la Mejora de la Calidad
Educativa), que ha tenido lugar en el día de hoy, no iba a ser una excepción y las cifras varían desde un 20% de seguimiento,
que es el dato aportado por el ejecutivo, hasta el 75%, si el dato a tener en
cuenta es el de los manifestantes. Y yo me pregunto si ,
somos incapaces de dar
un dato estadístico que valore la real participación que ha tenido la huelga;
al margen de todo lo demás, valoraciones políticas aparte, acuerdo o desacuerdo con el texto a un lado, ¿Acaso no nos estamos retratando
como país?,¿ No estamos demostrando nuestra ineptitud como democracia
que se pretende madura y que es incapaz de aportar un simple dato que refleje
el verdadero seguimiento que esta movilización ciudadana ha tenido?
Mientras la mayor
parte de los ciudadanos reclamamos una ley educativa que, de una vez por todas
acabe con esta temporalidad e inestabilidad que hemos vivido en los últimos 20
años y que ha castigado a mi generación a la deriva legislativa, esa que, de la
mano de cada gobierno entrante hemos tenido que soportar y cuyos frutos de
mediocridad estamos recogiendo hace unos años ya. Mientras la sociedad esta señalándole
a los partidos políticos y a la casta política en general, cuales son los
pilares que consideramos importantes y donde deberían dejar a un lado esa
politiquilla de barrio que suelen practicar, esa estrategia de acoso y derribo
al contrario sin ningún argumento más allá del “ y tú más” y centrarse en
llegar a acuerdos reales y perdurables que definan cual es el modelo de Educación que parirá a
las generaciones venideras y por el que seremos juzgados en el futuro. Mientras
eso ocurre, ellos son incapaces incluso de llegar a un acuerdo sobre cuanta
gente secundo hoy esta huelga. Frustrante, ¿verdad?
Dejando de un lado el anteproyecto de ley , olvidándonos
de las consideraciones de si esta ley mejora o no, como su nombre pretende dar
a entender , la calidad de la educación y reconociendo que a día de hoy yo no
sería capaz de pronunciarme con un sí o un no tajante a favor o en contra de esta,
de lo que si estoy seguro es de que si, esta ley es al final aprobada sin el
consenso que requiere algo de semejante calibre e importancia, si al final
todos los agentes afectados e implicados en este cotarro llamado educación-
llámese educadores, sindicatos, gobierno, oposición, etc.-no hacen un esfuerzo
real por abandonar la defensa de
privilegios e idearios en pos de un gran acuerdo, esta ley, será papel mojado
antes incluso de haberse publicado en el BOE.
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