Siempre he navegado ideológicamente en un terreno que, en
esta España de blanco o negro, de conmigo o contra mí, nunca ha sido bien
entendido; por una parte me he sentido siempre muy partidario de, un Estado
cuya prioridad debieran ser las personas
que lo componen y su bienestar, creándose
una tupida red de asistencias que amparen a aquellos ciudadanos que por
cualquier tipo de circunstancia necesiten de una asistencia o de esa segunda
oportunidad a la que todos deberíamos tener derecho. Homogeneizando clases
sociales y estableciendo el principio de progresividad que es el más justo de
todos los principios, pues facilita que personas que de otra manera no podrían optar
a determinados servicios u oportunidades lo hagan. Por otra parte siempre he
pensado que, salvo en esa labor anteriormente descrita, el Estado debería fomentar
de la manera más enérgica posible la dinamización de la economía, a través de
un sector privado que, en la mayoría de los casos, siempre se ha demostrado
mucho más eficiente que el público y que es mucho más capaz de adecuarse a los
cambios del mercado y por tanto, constituye el dinamizador básico de toda economía.
Hasta aquí todo
perfecto, el problema llega cuando intento conjugar la mezcla perfecta entre la
intervención del Estado en nuestras vidas y ese dejar hacer mas purista del
capitalismo. La papeleta aparece cuando no sabemos priorizar cuáles son esos
servicios mínimos que todo Estado, so pena de ser injusto, debe dispensar a sus
ciudadanos y donde comienza el compadreo y la fiesta rociera con el dinero de
todos los contribuyentes.
Observo últimamente
con demasiada frecuencia que mucha gente resuelve esta disyuntiva
autoetiquetandose en izquierda o derecha y radicalizando y estandarizando la respuesta a este complejo problema y olvidándose
en muchos casos de pensar por ellos mismos y siguiendo eso tan cómodo llamado
consignas. Por tanto para el sector más conservador, todo lo que no sea
adelgazar la administración a la mínima expresión y centralizar el Estado,
eliminando lo que ellos denominan duplicidades inservibles-y que yo valoro en tanto en cuanto en muchos casos creo, acercan la administración
a sus últimos usuarios - y eliminando las inversiones de dinero público
dejando a capital privado toda actividad constituiría anatema. Por otra parte
una muy extensa parte de la población y porque no decirlo con un cierto aire de
buenismo aniñado, pretenden continuar esta fiesta de faralaes y dispendio en
que se ha convertido nuestro modelo de sociedad, olvidando que el dinero público,
por el mero hecho de serlo no crece en las oliveras y que ,no todo se soluciona
a golpe de estimulo económico-vamos lo de sacar el cheque de toda la vida-,
sino que a veces es posible hacer más con menos , introduciendo un cierto
criterio organizativo en la gestión de la cosa pública.
No creo que descubra
nada nuevo con la situación narrada hasta el momento y es precisamente eso lo que me entristece porque
cada vez encuentro menos medios, personas, políticos, etc. Independientes, que
piensen por sí mismos, que sean capaces de distanciarse de consignas y
directrices y decir lo que piensan.
Tal vez sea todo
mucho más fácil de lo que parezca y sea tan solo cuestión de no arrojarnos los
trastos a la cabeza, de dejar de atomizar la sociedad entre buenos y malos,
detractores del aborto y radicales abortistas que no se paran a pensar ni por un momento en que la
pena que produce no llegada a término de ese milagro que es la vida;
recortadores y recortados, ladrones y robados, derecha e izquierda, PP y PSOE. Quizá
solo sea cuestión de entablar un diálogo sobre que queremos y como construirlo,
pero liberándonos de la carga de los prejuicios y las ideas preconcebidas. En
definitiva pensar en la colectividad y menos en el partidismo y el interés particular.
¿Una quimera verdad? Pues ahora más que nunca nos va el futuro en ello.
Pues bien este es mi problema- yo no lo considero tal- no
soy capaz de encasillarme en ningún partido o movimiento político al 100%, no
puedo dejar de repensarlo todo e intentar mirar desde todos los puntos de vista
posibles.
La verdad, solo
espero que esta plaga se extienda y rápido.
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