miércoles, 13 de febrero de 2013

PROGRESIA DE ANDAR POR CASA.


   De verdad que me irrita sobremanera esta nueva clase de progres incultos que hacen suyas determinadas   consignas dictadas por ciertos  medios de comunicación y que se difunden por las redes sociales, convirtiéndose en dogma de progre. Sin más sentido que el de sentirse a la moda los hacen suyos, los digieren y defienden encarnizadamente y, pobre del que se le ocurra salir del camino de baldosas amarillas pues, será tildado inmediatamente de facha, reaccionario o calificativos asimilados. Es esa nueva subclase medio clasista que al calor de la crisis ha brotado, los mismos que ante la que está cayendo y a pesar de  no haber sentido aun los estragos que la crisis ha causado en una parte de la población, que de verdad esta pasándolo realmente mal, se permiten la frivolidad de  liderar los corrillos de tertulia y corrillo con un gin tonic de gourmet  en copa de balón y despotricando sobre lo mal que esta todo.
   No me malinterpreten, no estoy queriendo decir que una persona acomodada y que tenga la suerte de tener una  posición económica estable no pueda   apoyar  ciertas consignas o idearios políticos, no pretendo que tan solo los agraviados por los desahucios tengan la potestad de defender su situación o que tan solo los usuarios de ciertos servicios, lideren la lucha contra el desmantelamiento, en algunos casos encubierto, que están sufriendo,  obviamente sería una idea de Perogrullo.
    Por supuesto todos tenemos en mi opinión la obligación moral de tener ideas y defenderlas, de manifestar nuestras posturas y defenderlas. Pero lo que si me atrevo a reivindicar y perdónenme si es una idea demasiado novedosa o radical es que la gente comience a pensar, pensar por sí mismo no guiándose bajo los dictados de ningún medio de comunicación, partido político o movimiento ideológico de cualquier tipo.  Pensar poniendo en cuestión  e intentando poner en cuarentena todas las consignas, directrices y demás líneas de actuación se nos imponen desde casi todos los medios de comunicación. Y perdonenme todos los indignados que este articulo va a causar, pero,es que tengo la sensación de que la ideología se ha convertido en una moda más y que determinadas personas tan solo se limitan a hacer un corta pega de la tendencia  de moda.
  Pensar y actuar, pensar e implicarse, quizá esa sea la simple y a la vez tan complicada formula a poner en marcha para mejorar muchas cosas, porque, no nos engañemos,  esta subespecie de progreadictos  preprogramados tan indignadísimos por los recortes, los casos de corrupción, etc.…. No salen a la calle sino en muy contadas ocasiones y casi siempre en defensa de sus intereses personales. Son ellos los que , aferrándose  a unas condiciones que creían consolidadas y que se niegan a ceder, aunque pudiera ser a favor de un bien común, despliegan un  bien encubierto disimulo, al ritmo del archiconocido tema, “como está el patio”, el último éxito en las listas de ventas musicales, no escondiendo   sino una simple muestra de egoísmo, egoísmo que últimamente queda cool desplegar en la tertulia semanal con los amigos.
  Sé que puede resultar doloroso, pero por que no podemos admitir que en algunos casos la forma en la que están organizadas ciertas estructuras que prestan servicios al ciudadano (llámese hospitales, colegios, juzgados, y un largo etc.….) simplemente no funcionan en la forma en la que deberían  y  podria ir un paso más adelante y concluir   que, quizá nosotros servidores públicos tenemos mucho que decir en cómo funcionan estos servicios. Quizá una parte de la  solución pase por implementar medidas que hagan más eficiente el funcionamiento de los servicios y, por que no, en ocasiones modificando la forma de trabajo que hemos conocido hasta el momento, quizá perdiendo eso llamado derechos a los que esta nueva clase nacida de crisis se opone sin más. Esta progresía que no defiende el progreso sino el inmovilismo, inmovilismo que defienden con uñas y dientes negándose a ningún cambio  en una primaria reacción de autodefensa.
   Y digo yo, no podemos asumir que  la defensa a ultranza de lo público sin ningún tipo de reforma  o  reestructuración, no nos lleva sino a continuar teniendo unos servicios mediocres que ha sido lo que hasta ahora hemos obtenido con estas políticas( por supuesto tampoco considero que el desmantelamiento de lo público a favor de los que más tienen es una opción).
    Lo dicho, pensar y actuar. En resumen que ni la política del no nos moverán  ni la del tijeretazo al ras llevan a ninguna parte o mejor dicho ambas nos llevan al mismo punto, ese en el que los ciudadanos que reclamamos unos servicios públicos de calidad y sostenibles, tan solo obtenemos como respuesta una diatriba de consignas aprendidas tan de carrerilla como la lista de los reyes godos o bien un escueto” tendremos lo que podamos permitirnos”.

2 comentarios:

  1. Pide usted sentido común... Es el menos común de los sentidos ;)

    Saludos, me ha gustado el blog :)

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    1. Gracias por el comentarío. Aun tengo fe en esta piel de toro cada vez mas ajada y sobre todo en lo que unidos podemos hacer los ciudadanos.

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